Hace 1.000 años, estas tierras formaban parte del Reino árabe de Toledo, pero cuando en 1083 el Rey Alfonso VI las conquistó para Castilla, lo primero que hizo fue ordenar que aquí mismo, en lo alto del risco sobre el Alberche, se levantase una fortaleza. Aquél fue el origen del Castillo que tienes delante. Pero su historia iba a dar mucho juego...

Vuelve la mirada a los bosques y presta atención a lo lejos. Sobresaliendo sobre ellos verás un pequeño palacio. Se construyó sobre los restos del que en tiempos de los árabes fuera el castillo de Alamín. 

Mira hacia el Río y luego deja que la mirada se deslice aguas arriba. Verás que la corriente se pierde dentro de una enorme masa de árboles. Son los bosques del Alberche. Tan reales hoy como hace 600 años, cuando entraron a formar parte de la Historia.

Hubo dos reyes que vinieron al frente de sus ejércitos para asaltar el Castillo pero no lo consiguieron. Descubre, en la Orilla Izquierda del Río, el lugar donde sucedieron los hechos. No te será difícil recrearlos. El paisaje no ha cambiado en lo esencial desde entonces.

La muralla que rodea la vieja Villa de Escalona tiene casi 900 años. Mide 1.500 metros de largo y aún se conserva en un 70 por ciento. Sin embargo, absortos por el Castillo, casi nadie se fija en ella. Es como si tuviera la propiedad de hacerse invisible a los ojos... como en aquel viejo cuento...

El primer lienzo de la Muralla de la Villa esconde un pequeño -o gran- secreto. Pero también te ofrece las pistas para desvelarlo. Aunque parece que no se ve, aquí está La Puerta del Río... Y aquí están también las claves para descubrirla.

Justo donde acaba el primer tramo de la muralla encuentras un mirador. Cuando te sientas en uno de esos bancos y miras hacia el horizonte estás viendo el escenario real donde ocurrieron unos hechos de un enorme valor historico. Hace 900 años aquello era La Frontera.

Paralelo a la muralla desciende un camino que va hacia el Río. Durante siglos fue el Camino Real de Castilla. Fue la entrada a Escalona desde el Sur y, como tal, una pieza clave en el sistema de comunicaciones de una Castilla en plena formación.

Cuando recorras la cuesta que enlaza el Río con la entrada sur a la Villa tal vez descubras unas flechas amarillas aquí y allá... Son la indicación de que éste es también el lugar por el que el Camino de Santiago entra en Escalona...

La Torre del Agua es un ejemplo perfecto del alma de Escalona. No es una construcción medieval; tiene apenas 100 años pero posee la extraña virtud de fundir todos los mundos que han pasado por aquí. Hoy encuentras en ella la Oficina de Turismo.