La Torre del Agua es un espléndido ejemplo de arquitectura industrial de la primera mitad del siglo XX. Se construyó como parte del sistema de abastecimiento de agua de la Villa y alberga en todo lo alto un enorme depósito. Hoy ya no está en uso y eso le ha abierto las puertas a una nueva vida.

Su gran valor es que hizo posible un uso práctico sin perjudicar las panorámicas históricas. Es más, se ha llegado a fundir de tal manera con el paisaje que hoy el “skyline” de Escalona sería impensable sin ella. Un hecho que tiene aún más valor si se tiene en cuenta que Escalona no estaba a comienzos del siglo XX dentro de las grandes rutas turísticas.

Su nueva vida rinde tributo a quienes tuvieron la sensibilidad de hacerla posible, y para nosotros hace de ella el mejor lugar donde arrancar una visita a Escalona.