El príncipe destronado

Aparentemente no es una construcción relevante, pero antes de que en tiempos medievales Escalona se convirtiera en el punto fuerte de la zona, Alamín fue la fortaleza de referencia. Si eres observador y sabes leer el paisaje tal vez descubras el “pecado original” que está en la base de su caída en desgracia... ¡¡Está en la orilla equivocada!!

Cuando estas tierras estaban dominadas por los árabes, la frontera -y el peligro- estaba en el Norte (a tu izquierda). La fortaleza de Alamín estaba en un alto en la orilla Sur del río, lo que la convertía en una opción ideal para defender el peligro que venía del Norte. Pero cuando los reyes cristianos conquistaron estas tierras, la situación fue a la inversa. La frontera estaba al Sur y era de ahí de donde podía venir el peligro. Alamín se encontró con el río a su espalda. Una pésima opción.

Intercambio de papeles

Escalona, en cambio, sobre un risco mirando al Sur y con el río delante, se reveló como la solución perfecta. El intercambio de papeles, sin embargo, fue gradual, y cuando se completó hacía ya mucho tiempo que el peligro había dejado de venir del Sur. Entonces eran ya asuntos del dinero. La “puntilla” se la puso don Álvaro de Luna, el Condestable de Castilla y legendario señor de Escalona, que ordenó destruir el puente que había sobre el río en Alamín, para dejar a Escalona como único paso del río... y el lugar en el que obligatoriamente tenía que pagar un “peaje” cualquiera que quisiera moverse entre Ávila yToledo... El legendario castillo dejó de tener sentido, cayó en estado de ruina y acabó siendo sustituido por el palacete que ves hoy, una construcción de recreo rodeada de bosques de caza...

(Un consejo: el mejor momento para localizarlo desde Los Miradores del Alberche es por la tarde, cuando los rayos del sol lo iluminan bien. Por la mañana, en cambio, el contraluz puede hacer más ardua la tarea).