Al final del muro verás que hay unos escalones que permiten acceder a él. Al pie de esos escalones, busca una flecha amarilla dibujada en una pieza de cerámica. Ella te indica el camino.

Justo aquí puedes ver un elemento que no existe... O mejor, que existe, pero al que le falta lo más visual. Aquí estuvo la Puerta del Río, la gran Puerta Sur de la Villa. Hoy lo más relevante que queda de ella es... su hueco. Un hueco que es tan Historia como las piedras que lo rodean. Porque el espacio que se abre justo donde termina el muro es el lugar por donde desde hace siglos se ha estado entrando en Escalona.

Sin embargo, si eres de los que necesitan algo más tangible, observa el lienzo de la muralla por el lado que da al rio. Justo al lado del hueco verás los restos de un escudo esculpido en la pared. Es tal vez el único resto material que indica que aquí, en algún tiempo y durante siglos, estuvo la Puerta del Río.

De ella sabemos poco. Probablemente era un arco ojival (como las otras puertas de la Villa), con una pequeña estructura de piedra delante para protegerla y para engrandecer la entrada, haciéndola visible ya desde el otro lado.

¿Y respecto al escudo?... Pronto te contaremos algo más...