Según sales del Arco de San Ramón, gira a tu derecha por un estrecho camino de tierra. Esta parte de la muralla te reserva un pequeño secreto. Apenas unos metros más adelante vas a tener una vista que muy poca gente conoce pero que tiene un enorme valor para entender ese mundo tan particular que fue y sigue siendo Escalona.
Lo que ves es un pequeño valle. Es el valle que creó el arroyo de la Parra y que rodea todo el flanco Oeste de la Villa. Al llegar aquí da un giro de 90 grados y se dirige hacia el Alberche donde desemboca. Es justo en la alameda que puedes ver al fondo del valle.
Lo importante de este valle es que está más o menos como estaba en la Edad Media. Como tal puerta de atrás que es de Escalona, se ha mantenido al margen del tiempo y lo que te muestra es cómo eran los barrancos sobre los que está asentada la Villa.
Las murallas surgían justo encima de ellos para hacerlas aún mas altas e imponentes. En otras partes de la Villa los rellenos para hacer la carretera y urbanizar la Villa los han camuflado en ocasiones. Aquí los puedes ver tal y como eran, e incluso si te fijas, podrás ver restos de lienzos de muralla que fueron derribados en algún momento y que hoy yacen, sin más, ahí donde cayeron.
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