En uno de los extremos de la plaza está la Casa del Concejo. Se inauguró en 1484 y durante 500 años fue la sede del Ayuntamiento de Escalona. Sin embargo las columnas que forman su pórtico tienen su propia historia.
Más que presidir la plaza, podríamos decir que la Casa del Consejo cuida de ella. No es casualidad que esté donde está. Mirando de frente hacia el Castillo... como queriendo recordar que el pueblo también existe. Y es que, en tanto sede del Ayuntamiento, la Casa del Concejo era la máxima representación del pueblo frente al señor del Castillo
No es casualidad tampoco que a su lado estuviera durante siglos la cárcel y delante de ella, la picota, el lugar de las ejecuciones. Ambos eran elementos del poder municipal. Una especie de “estos son mis poderes”, para mirar al castillo a los ojos... o de reojo,... porque en el fondo somos humanos... todo hay que decirlo...
Durante siglos Ayuntamiento y Señor fueron de alguna forma los dos poderes de la villa, aunque en general fue éste último el que siempre llevó la voz cantante... al menos para las grandes cuestiones. Sin embargo, con el tiempo, a la Casa del Concejo le llegó la ocasión de tomarse su pequeña “vendetta”.
El “secreto” de la vida eterna
Como es habitual en Escalona, a lo largo de los siglos el edificio había ido reparándose con materiales en buena parte reciclados. Pero la “jugada maestra” la realizó con las columnas que hoy soportan su pórtico: todas ellas estaban en el patio de honor del Castillo.
Son algunas de las famosas columnas con capiteles con figuras vegetales y escudos que ordenó construir don Álvaro de Luna y que tanto deslumbraron en su tiempo. En el siglo XIX, en vista del estado de ruina que empezaba a asolar al Castillo tras el paso de los ejércitos de Napoléon, se decidió traerlas hasta aquí para darles ”una segunda oportunidad”... y tal vez también como un pequeño gesto de orgullo del pueblo frente a ese Castillo que durante tanto tiempo lo había dominado...
Sin embargo, como casi siempre, aquí las cosas tienen una segunda lectura, y no falta quien quiere ver en esto un último guiño del destino. Y es que su forma no es casual. Son unas columnas de ocho lados, un número que en la Edad Media era considerado “mágico” ya, que representaba el octavo día, el renacer, la vida eterna... como esa “segunda vida” que parecen seguir teniendo esas columnas, supervivientes a un lugar que fue destruido.
Turismo de Escalona 2017
Ayuntamiento de Escalona 45910 Escalona (Toledo)
925 780 012 - 925 780 942