La situación

No hace falta mucho para entender cuál era el papel del castillo en lo alto del risco, con el río a sus pies. Estaba en la mejor posición imaginable para defender el paso entre las dos mesetas. Delante, Toledo, y a su espalda, al otro lado de la Sierra de Gredos, las ciudades de la vieja Castilla (Ávila, Valladolid, Tordesillas...). Tampoco te debe resultar difícil entender por qué hacia este lado no hacían falta torres albarranas. Ningún asaltante sería capaz de cruzar el río y subir por el risco sin ser antes literalmente destrozado.

Una habitación con vistas

La ultima de las torres no es ya una torre albarrana. Si observas con atención verás que lo que parece una estrecha torre semicircular es en realidad el borde redondeado de una gran torre cuadrada. Era una de las cuatro torres que delimitaban las cuatro esquinas del palacio interior, y que aquí quedaba fundida literalmente con la muralla, sobrevolando el risco hacia el río. Una gran torre de vigilancia primero... y una espectacular habitación con vistas después...